Smith Persist MIPS

Descripción

El casco Smith Persist MIPS está diseñado para el ciclismo de carretera. Cuenta con el sistema MIPS, que garantiza una protección avanzada ante impactos rotacionales. Diseñado para que parezca hecho a la medida de la cabeza, cuenta con el sistema VaporFit, de fácil ajuste, que permite adaptarlo incluso mientras pedaleas. Las 21 rejillas de ventilación y el sistema de ventilación AirEvac mantienen el aire fluyendo, la cabeza fresca y hacen que las gafas no se empañen.

Características:
– Uso recomendado: Carretera, Urbano
– Construcción ligera In Mold
– El sistema de protección cerebral MIPS reduce las fuerzas de rotación en caso de impacto
– El sistema de ajuste de dial VaporFit ofrece un ajuste de 270º con un simple giro
– Diseñado para la integración definitiva con las gafas Smith para una máxima comodidad, ventilación y fácil almacenamiento
– El sistema de ventilación AirEvac se integra con las gafas Smith para que las lentes no se empañen
– Forro de confort de alto rendimiento
– Cintas de sujeción de una sola capa, ligeras y poco voluminosas
– Orificios de ventilación: 21
– Certificaciones: CPSC, CE EN 1078
– Peso: 300 g (Talla M)
– Tallas: S (51-55 cm), M (55-59 cm), L (59-62 cm)

Tecnologías:
– Sistema MIPS
Tecnología líder en desplazamiento plano dentro del casco, diseñada para reducir fuerzas rotacionales que pueden resultar de determinados impactos. Cuando una cabeza rota rápidamente y llega una parada brusca, la aceleración rotacional puede causar en el tejido cerebral altos niveles de tensión. El estiramiento del tejido que se provoca por estos movimientos puede dar lugar a varios tipos de lesiones cerebrales. Creemos que los cascos equipados con la tecnología MIPS puede añadir mayor nivel de protección frente a determinados tipos de impactos. MIPS usa un sistema de desplazamiento plano que se mueve dentro del casco, mimetizando el propio sistema de protección del cerebro. Esta capa esta diseñada para rotar dentro del casco con el intento de potencialmente ralentizar o reducir la cantidad de energía transferida hacia o desde la cabeza. La ciencia nos dice que si podemos reducir el estrés asociado a la aceleración rotacional, podríamos reducir el riesgo y la severidad del daño cerebral.